Siempre he pensado que las bodas son cosa del diablo. Dos personas que "unen" sus vidas "para siempre" nunca pueden estar bien de la cabeza (porque no importa la religión, el lenguaje y el contexto, básicamente sirven para enlazar a dos personas, una siempre más débil que la otra, eternamente, o bueno... esa es la teoría de dicha ceremonia) o, al menos, eso es lo que siempre había creído: el simple hecho de pensar que vas a estar viendo diario a alguien que ni de tu familia es (y lo menciono porque a la familia no se le escoje, simplemente están ahi aunque uno no quiera y no son intercambiables) me resulta un poco estresante y me genera un poco de escozor, aún cuando siempre he creído en la estabilidad y el compromiso (sí, ese al que tú siempre dices temer).

Cuando era adolescente fuí presa de mi primer connato de boda. Tenía 16. Mi novia de ese entonces, cuyo nombre no mencionaré (pues seguramente leerá esto, ya que ahora somos buenos cuates) se enteró de que el chico X estaba interesado en mí (sí, la etiqueta "gay", "heterosexual", "bugga", "bi/tri/tetra/a-sexual" me las he pasado siempre por el arco de la perdición -qué tontería que le digan "del triunfo", no?-). Horror!!! Un tipo enamorado de mi novio? "Otro" tipo??? No quiero imaginar sus pensamientos. El caso es que a la palomita se le ocurrió decirle a sus papás que estaba embarazada de mí, sus papás corrieron con los míos, en flagrante ceremonia casera, de esas ceremonias engorrosas en las que todo mundo está destazando mentalmente a los demás, la niña se levanta y dice "No es cierto, lo inventé porque pensé que querías terminar conmigo". Divertida escena (ahora pienso). Y le funcionó, tenía razón, salió volando cual zapato viejo de mi casa, de mi vida y de mi memoria (al menos durante mucho tiempo).

Después de dicho susto, no volví a pensar en el matrimonio hasta que se dio lo inevitable: mis amigas comenzaron a casarse. Sí, esas amigas heterosexuales, las más guapas de la escuela (porque siempre las bonitas tienen más confianza con un hombre -sobre todo si no se siente atraído por ellas- que con otras mujeres armadas con labiales indelebles a-lo-"mujer soltera busca" o peor aún, TACONES puntiagudos! Horror!), esas con las que aprendemos a viborear al prójimo y que siempre (por más que ya se los hayas explicado mil veces) tienen dudas acerca de "qué se siente que te den por atrás"... (sí, no es curiosidad, son ganas... pero hacerlas entender no es fácil). El caso es que las niñas comenzaron a casarse, primero Rosita Fresita, luego Barbie Playa, luego Gemela "XX", luego Cabage Patch le avienta en la cara el anillo a su condenado, digo... prometido, etc etc etc. Y así regresa la belleza de la boda, con todo y sus dietas interminables, sus sonrisas fingidas, sus gastos y "apadrinamientos" (porque a los hombres el compadre siempre nos pide lo más caro y menos notorio) y bueno, siempre con la posibilidad de conocer a un o una soltero(a) disponible y urgido afectado por el alcohol y el sentimiento de no haber sido él/ella quien contrajera nupcias. Al respecto sólo digo algo que ya dije, pero repito: Horror!

Pero un día de octubre, una de esas noches de insomnio te conocí a tí, y charlamos a distancia, de compu a compu, del bajío al dé éfe, y ni cuenta me dí que esa mismita noche me enamoré de tí. Después te conocí y me gustaste, me hiciste reir, la verdad me hiciste llorar desde la primera cita (eso no cualquiera...) al decir que tenías novio y que podías "presentarme a un amigo". Me enojé, estuve a punto de borrarte de mi vida, no sé, creo que en ese punto hubiera sido fácil, pero era como abortar un embarazo, es algo demasiado hermoso para perderlo (y después de cierto número de semanas, ya valiste y te quedas con el chamaco o te puedes morir). Pero no te saqué, tú tampoco te fuiste. Y seguimos platicando, "cotorreando", compartiendo música, sonrisas, criticando películas y a las jotitas de por tu casa, hablando de mis "dates", de tus amigos y sus penosas experiencias en el área de perfumería de las departamentales de tu tierra, del clima, de bromas, de mi amor por tí. Sí, exactamente cuando llegamos a ese punto todo fue confuso, a la fecha nunca sabes qué decir, y sabes? no espero que digas nada, por el momento yo puedo amar por los dos (aunque bien sabes que no puede ser así por siempre).

De tus silencios y tus muecas me fuí enamorando cada día más; de tus frases, tus sonrisas, tus manos, el brillo de tus ojos, de tu olor, tu cabello y hasta de tus pies; de cómo me siento cuando estoy cerca de tí, aunque sea "cotorreando" por MSN (gracias Bill Gates!), porque aunque me tiemblen las piernas y nunca sea capáz de decirte de frente algo como lo que estoy escribiendo aquí (y que seguramente leerán varias personas, de hecho...), que olvide la seguridad en mí mismo y la cordura, aunque me suden las manos y me rocíe todo de perfume antes de llegar a Reforma y nunca sepa qué ponerme y siempre me ponga lo peor, y trate de ocultar mi calvicie prematura y mi pecho demasiado velludo y que mi perro bipolar me arañó, con todo eso me enamoré de tus lunares, de tus tartamudeos, de tu silueta, de tu alma.

Un día cotorreando salió el tema, te propuse matrimonio: dijiste que sí. Todo era un juego, una broma, una idea divertida para pasar el rato en nuestras respectivas oficinas. Que si hacer la boda en España o en Cancún, que quién llevaría el vestido (y no quiero decir quién será, que lo busquen en Sociales), y pasó el tiempo y lo dejamos. Ayer lo recordé de nuevo, te lo volví a pedir y volviste a decir que sí. Propuse Venecia, dijiste que España; tu playa en Australia o mi iglú en la Patagonia. Luego ya no quise decir lo que tenía en mente, pero aquí está, porque no se va de ella. No me importa casarme en un registro civil de Tláhuac o en una góndola veneciana, sólo quiero casarme contigo. Seguimos jugando con ello, pero más allá de una bromita, para mí es un sueño, una meta, la más hermosa de mi vida, la más arriesgada y audáz: pasar el resto de mi vida contigo.

Sé que ahora no estamos juntos, sé que tienes otros intereses, pero he aprendido a esperar (créeme, me costó) y estoy dispuesto a hacerlo el tiempo que sea necesario. Porque no eres el hombre de mi vida, no me orgasmeo al ver tu abdomen ni eres el amigo con el que me voy de borracho. Tal vez el ejemplo suene tonto (y espero no haya reclamos) pero eres un poco de eso y de todo lo demás, no eres el amor de mi vida, ni el amigo de mi vida, ni el cuerpo más sexy de mi vida. Eres LA PERSONA de mi vida, y ese concepto incluye todo lo que acabo de decir que no eres y más, créeme, mucho más (pues no lo eres por separado, individual y privativamente).

Sigo aquí, esperando mi turno de hacerte feliz, mi oportunidad de hacerte olvidar el mundo en un beso. Sigo aquí, convencido de que, aunque no lo sepas, pasaré el resto de mi vida a tu lado y la dedicaré a cumplir mi misión en la Tierra: hacerte felíz, porque no hay nada que me haga más felíz a mí que verte estarlo. Porque quiero estar contigo para hacerte el amor, no una vez por noche, sino todo el tiempo, para hacerte el amor, no al estar desnudos en una cama (o no únicamente), sino al oler mi camisa, porque tu olor vaya en ella, al ver tu foto y revivir tu sonrisa, al servirte la cena y esperar salir del trabajo para llegar a casa y verte, al tocar tu mano, al trabajar, comer, caminar, bañarme, pasear al perro (que serán ya dos) en nuestro el Audi, y no porque sea un pervertido que quiera tener sexo mientras hace todas esas cosas, sino porque quiero que el concepto "hacerte el amor" se convierta en más de lo que la gente suele pensar que es, porque para mí está muy claro: hacer el amor es hacer algo, cualquier cosa, pero hacerala pensando en tí, hacer todo con amor, con amor que sólo puedo sentir por ti, por eso al respirar te hago el amor, y al sonreir, y al soñar, al soñar que te hago una vez más el amor.

Puede que resulte criticado pero las bodas ya no me son ajenas ni me siguen causando urticaria, ahora quiero, más que nada en el mundo, luchar, día con día, para que un día esa bromita matatiempo que iniciamos se convierta en realidad y darte todo, porque todo es lo que mereces, mi vida ya la tienes en tus manos, y aún así estoy convencido de que puedo darte más, de que mereces más, de que puedo ser más grande, más fuerte y más valiente por tí, porque estoy convencido de que sí puedo "eternizar todo lo que siento" y que no habrá "ni un despertar con intriga en mi vida contigo", como dice tu canción favorita, porque te amo y "estas cosas no se pueden parar".

Quiero que te cases conmigo, te lo digo (te lo pido) otra vez y te repito lo que escribí arriba: no espero que digas nada, sólo escucha, escucha y considera, considera y recuerda, que hagas lo que hagas, seas rosa, gris, morado o azul, emo o preppy, yo te amo, que soy feliz porque el 99% de la gente nunca encuentra a LA persona de su vida y se conforman con el amor de ella, pero yo ya la encontré, eres tú, y no pienso dejarte ir, mi Lonchiquito, sí, es la primera vez que te menciono con nombre y todo, es para que todos los que tenían la duda sepan quien es la constelación de lunares que alumbra mi vida, la que me hace felíz, la que es dueña de todo lo que hago, pues al hacerlo, te hago el amor.

P.S. Te dejo esa foto, espero no te moleste que la ponga aquí sin pedirte permiso, creo que nunca te dije porqué me gusta tanto, verdad? (hasta es mi wallpaper en casa), me gusta porque cierro los ojos y la complemento, no veo dos pies, veo cuatro, los tuyos y los mios, caminando juntos por esa playa australiana, juntando conchitas y sintiendo el viento en la cara. Te dejo esa rola de Sinatra, sé que te gusta, y a mi me gusta la idea de buscar el final del arcoiris, el tesoro, la felicidad... contigo.

"Moon river, wider than a mile / I'm crossin' you in style some day, / Old dream maker, / You heartbreaker... / Wherever you're goin', I'm goin' your way // Two drifters, off to see the world / There's such a lot of world to see / We're after the same rainbow's end / Waitin' 'round the bend... / My huckleberry friend, / Moon River, and me. / Two drifters, off to see the world / There's such a lot of world to see / We're after the same rainbow's end / Waitin' 'round the bend... /My huckleberry friend, / Moon River, and me."