<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d4758795510513089955\x26blogName\x3d::+gay+and+the+city+::\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://novolh.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://novolh.blogspot.com/\x26vt\x3d-6634071655547797092', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

novo... ideas from a lovely head

"No voy a contar esta historia tal como sucedió, voy a contarla tal como la recuerdo... o tal como la imagino, para que cada resto del sueño de la jornada se transforme en palabras, palabras que formen una historia, una historia en la que estemos tú y yo, siempre, volando por el universo..."

We're pilots watching stars... febrero 29, 2008 |


Hace tiempo se me ocurrió una idea. Mi idea hablaba del hecho de que cuando una persona aparece en los sueños de otra, la primera se hace acreedora automática a un pasaporte vitalicio a la eternidad. "Vivir en los sueños de otros es tener un pasaporte a la eternidad", esa era mi frase. Muchas cosas han cambiado, las ideas, los sentimientos, las historias... todo llega a su fin, todo excepto los derechos que otorga el pasaporte de los sueños.

Esta noche estoy por ir a dormir, he esperado todo el día por este momento, he trabajado y caminado, hablado y callado lo suficiente, comí -pues se que aunque mi alma esté extasiada de tí, mi cuerpo no te tiene y debe conformarse con los más corrientes satisfactores, como la comida, por ejemplo-. Pero antes de dormir y soñar contigo quiero disfrutar de otros pequeños placeres, quiero estar lo suficientemente exhausto como para dormir en cuanto mi cuerpo toque la cama, quiero dormir inmediatamente para poder soñarte. Así que tomo un cigarro, me levanto y voy a mi ventana, observo el cielo y descubro que no hay estrellas, ni siquiera un pequeño rayo de luz de la luna, sólo se ven luces amarillentas de una ciudad decadente... pero no importa: cierro los ojos y siento el aire golpear mi rostro, le doy una calada más al cigarro y siento que mis preocupaciones se evaporan como el humo que sale de mi boca y mi nariz, de pronto me veo viendo la luz de las estrellas, una luz que a ojos abiertos no podría ver, todo es difuso, de pronto siento que vivo dentro de un cuadro de Van Gogh. Pero no importa, lo que importa es que estoy aprendiendo a hacer míos los desvaríos y reales las severidades de la mente de un hombre solitario.

Sueño que volamos juntos en ese barco de cristal que ya he empezado a hacer famoso por las cualidades del viaje que ofrece, por la posibilidad de crear universos paralelos con la sola brisa de un soplo, sueño que en el mundo no existe nada más para mí que tu presencia y no puedo más que ofrendar la mía ante tí. Sueño que soy un poco más fuerte, un poco más sabio, que soy un poco más perfecto, sueño que me inyectas un poco de tu propia perfección, que me contagias parte de la luz que tu ser irradia. Sueño con un suave beso de esa tu boca, de tus labios delgados y finos, sueño con sentir en mi el calor que debe persistir en el rojo de ellos. Sueño con tocar tu mano y no hacer más que viajar por esos rumbos utópicos donde sólo somos nosotros dos.

Pero ya ha pasado mucho tiempo, ya he tenido un ensueño demasiado prolongado, no quiero desperdiciar el esfuerzo de mi cerebro en eso. Prefiero esperar y dormir, soñar contigo, prefiero tenerte para mi solo, en mi cama, en mi vida subconsciente, donde tienes derecho de permanencia eterna.

Esta noche quiero poner una visa más en tu pasaporte, la visa que corresponda a la nueva galaxia o constelación que formemos juntos durante mi sueño, quiero darte todo el crédito por su existencia, pues aunque todos éstos desvarios salgan de mi mente, ésta ya no me pertenece, mi vida, mi cuerpo y mi alma son tuyos, asi, con lo cursi o condescendiente que puedan esas palabras sonar.

Ésta noche voy a disfrutarte, ésta noche voy a morir entre tus brazos con el solo objetivo de que me devuelvas el aliento en un beso. Ésta noche te voy a amar. Pero ¿para qué seguir escribiendo éstas tonterías si cada segundo es invaluable al estar contigo, aunque sea en sueños? Voy a la cama, voy a soñar contigo. Un beso. Buenas noches.

"Armoured cars sail the sky / They're pink at dawn / If I lived forever, you just wouldn't be so beautiful / As the sun When it shines / All over the world / We're pilots watching stars / The world pre-occupied / We're pilots watching stars / Who do we think we are / Ice and clouds shimmer outside / Rain just falls at magic hour / It's just the sound Of you and me / Time twitching murmurs of Our friendly machine / We're pilots watching stars / The world pre-occupied / We're pilots watching stars / Who do we think we are? Yes, who do..... / There's just the sound of you and me..."

Where do I start? where do I begin? febrero 26, 2008 |


Vivir es un derecho, no una obligación... Éste día esa idea no ha dejado de rondar mi mente. Es cierto, no es una idea mía, la escuché en un film entrañable que he visto de nuevo anoche y no siento que la idea vaya hacia las ganas de morir... va hacia la soledad, esa soledad que nos agobia y nos persigue, esa soledad que es el peor temor que el hombre puede enfrentar (al menos éste hombre).


Hoy lo he pasado completamente sólo, desde que desperté, un poco tarde, debido a los desgastantes sueños de pasión insoportable y bella que me atacan cada noche gracias a quien posee las cuerdas del arpa que deseo tocar. El día se hace largo cuando está uno solo, y se hace cansado también. Podemos hacer mil cosas útiles o simplemente conformarnos con llevar la rutina diaria, pero al estar solo, las cosas no tienen sabor, ni olor, y se terminan antes de empezar a encontrárselos; somos capaces de tantas cosas con tal de no estarlo que me da miedo pensar de qué sería capáz yo: hablar con un desconocido, distraerme en lugares que ya conozco e intento redescubrir, encontrando finalmente -y con un mal sabor en la boca- que no poseen atractivo alguno si no se comparten con alguien.


Ésto no va hacia el amor, o no como tradicionalmente se traduciría. Va hacia la compañía, hacia el apoyo de las personas que crees que permanecen en tu vida de manera inmutable, pero que sin embargo, no están. Hoy está siendo un día duro, el aire que se respira es muy denso y la soledad no deja de tocar a la puerta, haciéndome creer que si no le abro, no entrará en mi alma. ¡Qué iluso soy y qué hipócrita es ella! Si es capáz de entrar y salir a placer, terminando con el mío. Finalmente soy un ser humano y los seres humanos temen a la soledad, temen a la compañía y al compromiso, temen al amar y a no hacerlo. Los seres humanos temen demasiado. Tememos.


De pronto cierro los ojos y sueño que estoy sentado en una playa. Escucho el sonido de las olas rompiéndose, golpeando incesantemente la una contra la otra y la otra contra las rocas, que no pueden más que agruparse y soportar el golpe sobre su corteza una y otra vez. Casi puedo oler la sal del ambiente, pero el aire sigue siendo denso. Se convierte en un ensueño. Como ahora lo es, el ensueño, sé que si abro los ojos no terminará. Así que lo hago: sigo en la playa, el sol me ciega un instante. Pero no me gusta la playa de día. Pestañeo y al abrir los ojos en mi playa cayó el ocaso y el cielo es una mezcla de rosas y blancos, aderezados con un toque de azul. La vista es hermosa desde mi lugar en la bahía. Pero todo se eclipsa al ver que sigo solo, que estoy en el lugar más hermoso del mundo y no hay nadie ahí para apreciar la perfección de la esplendorosa naturaleza. No importa cuánto pestañee, nadie aparecerá.


Es mejor regresar a la realidad, mi consciente me dice que la realidad me está esperando, lejos de mi bahía, en éste café, en la ciudad, sentado solo frente a la pantalla de una computadora portátil que es cómplice en muchas de mis aventuras de corriente escritura. ¡Pero si mi consciente es un hipócrita también, como mi soledad! Me hace creer que ésto es mi realidad, incluso cuando no es lo que yo deseo. Me sorprenden dos cosas, y las temo. Me sorprende no saber realmente qué es lo que realmente deseo de mi realidad, lo temo. Temo también haber escrito "mi soledad", pues le estoy dando un título que terminará por terminar conmigo si se lo apropia. Y no es que esté contra ella, pues me ha ayudado en muchas ocasiones, me ha hecho ver con mayor claridad algunas cosas y ha sido mi celestina sacándome de la mente amores y desamores, o al menos, haciéndome creer que lo hace.


No sé si una vida llena de soledad sea un derecho, creo que la soledad a veces la hace una obligación, una carga inescrutable llena de cargas menores que se deben soportar para encajar en esa realidad convexa que aún no termino de bosquejar para mi propia vida. Cierro los ojos y recuerdo los momentos de felicidad, recuerdo incluso memorias de cosas que nunca han pasado, de deseos que mi subconsciente, otro gran aliado y a la vez flagelante enemigo, me ha ayudado a crear. Lo único cierto es que estoy solo, dentro del mundo, rodeado de gente pero alejado de mí, y esa es una obligación que es muy cansado cumplir. Pero ya ha caido el sol y pronto estaré en casa, terminando de cumplir la rutina del día. Pero es esa última tarea la que me da fuerzas para llegar. La tarea de entrar en mis sábanas y dormir. La tarea de dormir para soñar. La tarea de soñar para hacer el amor. Para hacerte el amor (S.A.).


Éste día ha sido duro y el aire que respiré ha sido denso, pero mi vida sigue siendo un derecho y aún con esa soledad que sigue tocando a la puerta y que me deja construir un cruel placebo al no abrirle, no se convertirá en una obligación.


"Sunday morning i'm waking up / Can't even focus on a coffee cup / Don't even know who's bed i'm in / Where do i start? Where do i begin? / Where do i start? Where do i begin? / Sunday morning i'm waking up / Can't even focus on a coffee cup / Don't even know who's bed i'm in / Where do i start? Where do i begin? / Where do i start? Where do i begin?"

Historia de un sueño... febrero 21, 2008 |


Hoy desperté llorando, con la triste sensación de haberte tenido entre mis brazos, sólo en un vago sueño y haberte dejado ir... No sé cuando empecé a soñar contigo, pero cuando me dí cuenta, ya era demasiado tarde. Cuando desperté casi podía oler en mi piel el aroma de la tuya, casi podía sentir en mi frente el delicado calor del beso que nunca me diste.

Y si, ya me ves, construyendo recuerdos sobre acontecimientos que nunca sucedieron, imaginando que te tuve, que tu cuerpo y tu mente fueron míos por un instante, por esas horas en las que el mundo entero dejó de girar para encapsularse en mi recámara, en donde tu cuerpo y el mío no encontraron más refugio que el placer y, sin más esperanza de escape, dieron salida a ese fuego interno que los consumió toda la noche. Y sí, ya me ves, despierto llorando por tí, pero no por la tristeza de no tenerte, sino por la enorme sensación de plenitud que me dió tu abrazo esta noche. Cuando me acosté, pensando en tí, en tus palabras, en tus contadas sonrisas, no imaginé lo que mi cuerpo sería capáz de experimentar. Todo el calor de tu beso y la frescura de tus palabras, el suave aliento que erizó mi cuello al escucharte susurrando dentro de mi oido esas palabras que no me atrevo a repetir, no por que no deba, sino porque son mías, sólo mías y las tengo custodiadas dentro de mi piel, las llevo bajo ella como un manto invisible que me recuerda todo lo que pasó esta noche.

Y sí, ya me ves, soñando contigo sin tenerte, sin importar los kilómetros que separen nuestros cuerpos, conservando una parte de tu alma para mí. Ya me ves aquí, esperando la noche para poder sentir como penetras en mis sueños, espiando por la rendija de mi conciencia el momento en que entres de puntillas a mi mente y hagas que mi cuerpo sude de placer por el tuyo. Aquí, emocionándome y temiendo, esperando que mi cuerpo se agote y así duerma más profundamente en el menor tiempo posible. No quiero desperdiciar un sólo minuto descansando al dormir, quiero aprovechar cada segundo del sueño en mi fantasía, dejándote entrar, con todas mis puertas abiertas.

Y sí, ya me ves, pensando en tí y describiendo lo hermoso de nuestro encuentro, del encuentro que nunca ha ocurrido. Ya me ves aquí, acariciando mi propia piel mientras espero que aparezcas, preparando mis controles para vivir mi sueño en cámara lenta, para sentirte desde que llegues, para escuchar la puerta cerrarse suavemente tras de tí, para escuchar ese rasposo y casi imperceptible sonido de tus ropas al deslizarse lenta y suavemente sobre tu piel, segundos antes de que entres bajo mis sábanas y me digas "te pertenezco" al oido, entre las muchas otras cosas que no repetiré. Este momento es mágico, ahora estás conmigo, el mundo podría estallar a nuestro alrededor y nuestra cama seguiría inmutable, un momento suspendido en el tiempo, un sueño del que nunca quiero despertar. Ésta noche no quiero soñar con barcos de cristal que me lleven a recorrer el universo y sus maravillas, ni siquiera quiero ver nacer constelaciones mientras soplo asteroides y juego con cometas entre mis dedos, ésta noche sólo quiero soñarte a tí, tu cuerpo, y recorrerlo centímetro a centímetro con mis dedos, con mi lengua y mi imaginación.

Y sí, ya me ves, loco perdido hablando de memorias de lo inexistente, construyendo sueños y olvidando realidades. Es por eso que te deseo tanto, es por eso que me hace tan felíz que me visites cada noche en mis sueños, es por eso que te agradezco que no me dejes dormir. Déjame soñarte esta noche, déjame hacerte el amor con todas mis fuerzas y con toda mi alma, déjame entregarte mi aliento en cada beso y mi conciencia en cada suspiro de renuncia ante tí. Y sí, ya me ves, listo para ir a la cama. Ya me ves aquí, esperando a que tus manos recorran mi cuerpo con la delicadeza de su fuerza y resbalen sobre mi piel impulsadas por el sudor que cada poro de mi piel te regala en reverencia a tu perfección. Bésame esta noche, como las otras, bésame como siempre, bésame como nunca.

Y sí, ya me ves, esperando por tí. Demuéstrame que existes, pues cuando estoy contigo en mis sueños no se si existo yo.

PD. Ésto es para tí, Skinny-ass, puedes leerlo y olvidarlo, puedes leerlo y conservarlo dentro de tu mente o puedes leerlo y guardarlo oculto en algún rincón virgen de tu corazón, donde me dejes tocar para siempre una hermosa melodía, a ojos cerrados, con las finas cuerdas de tu alma.

"Come with me my love to the sea, the sea of love/ I want to tell you how much I love you/ Do you remember When we met? That's the day I knew you were mine.../ I wanna tell you how much I love you/ Come with me my love to the sea, the sea of love/ I wanna tell you how much I love you..."