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novo... ideas from a lovely head

"No voy a contar esta historia tal como sucedió, voy a contarla tal como la recuerdo... o tal como la imagino, para que cada resto del sueño de la jornada se transforme en palabras, palabras que formen una historia, una historia en la que estemos tú y yo, siempre, volando por el universo..."

Emportés par la foule... marzo 22, 2008 |

Hace un par de días Ely, una amiga muy querida me comentó que subiría a una página entrañable un par de discos compilatorios de exitos de algunas bandas que yo también adoro, por lo cual me ofrecí a colaborar haciendo las reseñas de ellos, uno de Garbage y uno de Massive Attack. Al comenzar, escuché ambos discos (que de hecho eran cuatro, pues son dobles ambos) y comencé a recordar al Raúl que solía escuchar esa música cuando era nueva, traté de recordar el primer momento en el que escuché al menos algunas de las canciones de esos discos, y en general tuve una buena experiencia. Escuché Stupid Girl cuando iba en secundaria, recuerdo haberla escuchado por primera vez cuando, en clase de inglés, la maestra salió (al baño, seguramente) y nos dejó solos frente al televisor con cable!! Recuerdo que López White (porque en secu sólo tienes apellidos, tu nombre no importa), el más latoso y dolor de cabeza de los prefectos de la escuela a la que asistía, le cambió a la tele, puso MTV, el cual yo no podía ver en casa o mi madre moría y ahí estaba: Shirley Manson y su mascara de ojos negroazulada, cantándole, mejor dicho, reclamándole a la falsedad con una fuerza sin igual, con su minivestido y su look sexy y decadente (he de mencionar que a esa fecha me sentía relativamente muy atraido a las mujeres aún, jaja).


Historias similares llegaron a mi mente cuando escuché otros temas, tal vez no tan claras, pero sí tenía buenos esbozos de lo que pasaba por mi mente cuando recién escuché esas canciones. Otra muy clara fue cuando iba en preparatoria, una noche en la que hubo pijamada en casa de mi amigo Enrique (las pijamadas de adolescentes judíos hijos de madres rígidas en las que la peor acción era comer palomitas y refresco después de las once), rentamos películas de terror y suspenso y nos dedicamos a comer palomitas y tomar cocacolas. Esa noche de agosto fue cuando vi por primera vez ví la que se convertiría en mi película favorita por mucho tiempo: "Abre los ojos" de A. Amenábar, en la cual, en una escena, mi anti-héroe favorito de aquel entonces, Eduardo Noriega, se emborrachaba en un bar, arrastrando por él una máscara que cubría su deforme rostro (que le había quedado así por culpa de la loca de Najwa Nimri, cuya voz sería la que me obsesionaría unos años después). Mientras lo hacía, Penélope Cruz (antes de Tom) y Fele Martínez (antes de Almodovar) se le perdían de vista, por lo que no podía sino bailar una enorme canción, iluminado por luces láser de color verde: Risingson, de Massive Attack. No recuerdo cuánto tardé en conseguir el disco, pero sí recuerdo que hice que Enrique me consiguiera papel y pluma y pusieramos pausa a la VHS en los créditos para poder anotar el nombre de esa canción que tanto me gustó.

Así seguí con muchas de las canciones que intentaba reseñar. Después, ya para terminar, me faltaba bajar el segundo disco de la compilación de Garbage, para lo cual recurrí al mail que mi hermosa amiga me había enviado, en el cual también me recomendaba el blog de su amiga Marce, porque tenía música de fondo que "seguramente" me gustaría. Eran las tres de la mañana, pero no podía dormir, mi ánimo no era el mejor, así que decidí visitar varios blogs, entre ellos el de la guapísima chica que me recomendaron. Efectivamente, la música de fondo me gustó. Era Edith Piaff.

Cómo llegué a amar a "la mòme" es una larga historia y me molesta que mucha gente crea que la conocí cuando vi la pelicula sobre su vida, y que además, seguro la vi luego de que la Cotillard ganara el Oscar... en fin, el trabajo de Marion me hizo felíz, el maquillaje fue espectacular y hasta me hizo ganarle en la trivia a mi amigo Alex, quien estudia cine y seguramente me odiará cuando lea esto. Pero regresando al tema, la historia de mi amor por la Piaff es la siguiente: cuando tenia 7 u 8 años mi papá me regaló un Walkman Sony, sí, de esos que servían sólo para cintas, para "cassettes", que ni radio AM/FM tenian (esos llegaron un par de años después jaja).

El caso es que ahi estaba Rulito, el "Osin" como me decía mi madre, con mi juguetazo que no le prestaba a los otros niños, con mi cinta de "Sesame street" para aprenderme las tablas de multiplicar y con mi "Torá para niños" (si, es en serio, lo robé de mi primo, quien se preparaba para su Bar mitzvah... no era precisamente divertido, pero era lo que había). El caso es que ninguno de mis dos casettes eran de música de verdad! y yo quería oir música, si no, para qué tendría ese aparatote en mis manos?

Un día cualquiera, entré al despacho de mi abuelo buscando algo. Había un cajón en su viejo escritorio de caoba, en el que siempre guardaba dulces para mi; asi que entré, lo abrí, intentando robar un chocolate de esos rellenos de menta que tanto me gustaban (creo que la cleptomanía era lo mio). Al final, no hubo dulces, pero sí hubo una cinta, una de plástico negro, con letras blancas, que me guardé en la bolsa del pantalón junto a una piedra y unas canicas y unos tazos porque entró Juanita a limpiar y no quería que me viera... Unos minutos más tarde, en la felicidad del jardin (donde siempre me escondía del mundo, a pesar de estar completamente a la vista de todos) hube de escuchar "La foule", y luego "Rien de rien"... Me sonaban tan extrañas, podían ser entonaciones satánicas... yo ni sabia francés!!! Pero no, era un angelito alcohólico cantando, así que en los siguientes meses aprendí francés, y consegui más música de la Piaff; qué tal con el niño rarito, eh?? jaja! (y eso que no comenté mi fijación con Toni Braxton en secundaria, mientras los demás amaban a las Spice Girls).
En fin, esa es la historia de cómo conocí a Ms. Piaff y sus "grrr" impronunciables para mí. Gracias a mi amiga y a las reseñas de esos discazos de exitos, que recordé lo importante que pueden ser algunas pequeñas cosas en tu vida, cómo después de más de diez años, por ejemplo, puedes recordar la primera vez que escuchaste una canción o cómo te sentiste cuando tenías ocho y escuchabas a una mujer cantando en francés resultante de tu cleptomanía infantil. Por cierto, como dato informativo: cuando hice mi Bar Mitzvah me fue re-bien! ya me lo sabía todo!!!

"Je revois la ville en fete et en délire/ Suffoquant sous le soleil et sous la joie / Et j'entends dans la musique les cris, les rires / Qui éclatent et rebondissent autour de moi / Et perdue parmi ces gens qui me bousculent / Étourdie, désemparée, je reste là / Quand soudain, je me retourne, il se recule / Et la foule vient me jeter entre ses bras... // Emportés par la foule qui nous traîne / Nous entraîne / Écrasés l'un contre l'autre / Nous ne formons qu'un seul corps / Et le flot sans effort / Nous pousse, enchaînés l'un et l'autre / Et nous laisse tous deux / Épanouis, enivrés et heureux. // Entraînés par la foule qui s'élance / Et qui danse / Une folle farandole / Nos deux mains restent soudées / Et parfois soulevés / Nos deux corps enlacés s'envolent /Et retombent tous deux / Épanouis, enivrés et heureux..."

Estoy decidido a crecer marzo 10, 2008 |

Nunca imaginas que lo que la gente dice sobre "crecer" fuera cierto. De pronto una mañana, mientras haces el ritual pre-oficina diario, te das cuenta de cuánto has cambiado sin siquiera darte cuenta de ello.

Escoge la corbata, plancha de nuevo el cuello de la camisa, la blanca ya no porque la ensució el perro cuando te dió los buenos días... pero la rayada lleva una corbata lisa! ¿qué loción va con tu humor hoy?, los zapatos necesitan cera urgentemente!, la barba de tres días ahora crece en sólo uno, el cabello!, ¿hacia atrás o desaliñado?, ¿qué irá mejor con el traje gris Oxford que pretendes utilizar esta mañana? Es increíble cómo tantas preguntas estúpidas pueden apoderarse de tu mente de las 7 a las 8 de la mañana, claro, pues de las 8 a las 8 y media el dueño de tu ser es el señor tráfico, que combinado con doña frustración hacen que llegues arrojando mentadas por doquier al trabajo. Te estacionas, te bajas, checas la corbata en el cristal del auto... A trabajar!

Teléfono, café, teléfono, Excel, cita de las diez, café, junta a las doce, el cigarro de la una treinta, comida con el jefe, mucho más teléfono al regreso, el cigarro de las cinco, el messenger no deja de reproducirse en muchas ventanitas como gremlins después de media noche... pero si ni siquiera le echaste agua! Un pequeño regaño a las seis treinta (OK, dejémoslo en discusión...), mucho más Excel antes de las siete, el día se acabó.

Un café en Starbucks de camino a casa, tal vez Coyoacán para escuchar a tu amiga que acaba de tronar con el novio, con suerte cita en el cine con el chico que conociste en Starbucks (o en ManHunt) la noche anterior... retoca la loción, recuerda las mentas, pide al "viene viene" que le de una manita de gato al coche (es negro, maldición!), trata de disfrutar la película, con suerte no habrá manoseos de por medio... a la salida un café más (es cuando entiendes porqué no puedes dormir a veces), te despides, te vas en tu auto recién lavado, sonrisa Colgate al despedirte, llegas a casa, botas la corbata, el saco y juegas con el perro, que también tuvo un estresante día mordiendo tus calcetines y comiéndose las plantas del jardin... una ducha, un cigarro, internet, un poco de música (que antes de darte cuenta, se convirtió de house a lounge...), es madrugada, a dormir.

Mañana al despertar te encuentras con una enorme sorpresa! Harás lo mismo que hiciste hoy. Con mucha suerte comienzas a pensar lo que te ha pasado en estos años de "crecimiento", ahora vives solo, ahora tienes auto, ahora puedes cojer con quien gustes en casa sin dar explicaciones ni inventarte primos (como si las familias no fueran ya demasiado grandes!). Pero ahora estás solo.

El trabajo en la oficina B es mejor pagado que el de la A, no necesitas estar demasiado dubitativo para saber qué es lo que más te conviene, si ganas más las vacaciones serán más largas y el coche será un cabrio en lugar de un sedán... El amor es una segunda o tercera prioridad, tienes más sexo del que se supone que debes tener (considerando que difícilmente tienes una pareja estable, pues es casi imposible tener el tiempo suficiente para dedicarle lo suficiente de tí).

De pronto te asomas hacia dentro de tus ventanas y simplemente no te encuentras; ves trabajo, ves ropa, ves coches, ves caras de gente con la que te has acostado recientemente, pero no te ves a tí. Te das cuenta de que metiste en un armario oscuro y empolvado tus ideas del arte, tus sueños de ser pintor, que cambiaste la travesía back-pack por Europa por un viaje redondo a los sitios turísticos en primera clase; descubres que de pronto te importa qué coche maneja la persona con la que sales, a qué se dedica, piensas que no eres materialista, pero... ¿de qué hablarían si no tienen ambiciones y presentes afines? Los futuros ahora no importan, eso tratas de decirte a tí mismo, al igual que te repites una y otra vez que ya no amas a la única persona que has amado realmente en la vida (sí, ese wey al que nunca besaste siquiera), no es algo útil, piensas: "el amor no correspondido es una pérdida de tiempo", pero lo haces porque te da miedo aceptar que probablemente ni tú sabes si aún lo amas o no, te repites que no para que, con suerte y tiempo suficiente, termines creyéndote tu propia mentira, tu placebo.

Esto no es lo que esperabas cuando pensabas en crecer, ¿es esto lo que vive tu papá todos los días? ¿Y tu jefe? ¿Llegará el momento en que todas esas rutinas que hoy te parecieron completamente ajenas a tí mismo terminen por absorberse dentro de tu esencia? o, peor aún ¿absorberán tu esencia? En lo que a mí respecta, tengo un poco más miedo de que esto sea crecer que de un Tsunami, me da miedo entender las razones de tantos divorcios y ese exagerado grado de individualidad que existe hoy en el mundo, me da miedo perderme en la absurda ambición de algo que ni siquiera sé si quiero.

Así que desde hoy voy a intentarlo (no prometeré, pues no sé si lo logre); desde hoy voy tomarme unos minutos al día para hacer lo que realmente me gusta, para escribir, para pasear con el perro, para agregar colores a ese óleo que tengo inconcluso desde la universidad, para dormir, para comer, para abrazar a mi familia hasta que dejen de pensar que lo hago porque quiero obtener algo a cambio... quiero darme tiempo de encontrar el amor verdadero, ese que sólo puedes sentir por tí mismo, ese que tarde o temprano alguien más alimentará sin hacerlo perder su esencia. Quiero saber esperar a ese "alguien" (tal vez en realidad el amor de mi vida sí sea quien yo imagino que es), quiero que el sexo sea algo más que una costumbre en mi rutina, quiero crecer de verdad, aún no sé cómo lograrlo, pero pronto lo haré. Voy a crecer.
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"Words are flowing out like endless rain into a paper cup / They slither while they pass, they slip away across the universe / Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my open mind / Possessing and caressing me // Jai guru de va om // Nothing's gonna change my world... / Images of broken light which dance before me like a million eyes / That call me on and on across the universe / Thoughts meander like a restless wind inside a letter box / They tumble blindly as they make their way across the universe // Jai guru de va om // Nothing's gonna change my world.../ Sounds of laughter shades of earth are ringing / Through my open views inciting and inviting me / Limitless undying love which shines around me / Like a million suns, it calls me on and on across the universe // Jai guru de va om // Nothing's gonna change my world / Nothing's gonna change my world / Nothing's gonna change my world / Nothing's gonna change my world // Jai guru de va om, Jai guru de va om..."

Days go by and still I feel the same... marzo 04, 2008 |

Hace bastante que no me ponía a pensar en lo extraña que puede llegar a ser la vida a veces, mejor dicho, qué extraña puede parecernos en algunos momentos. Hoy he vuelto a disfrutar la soledad, el estar en sandalias y playera toda la tarde en casa viendo películas, que van de lo más barato a lo más elaborado (pues vi desde Another gay movie hasta Venus), fumando menos, tomando más vasos con agua que cervezas y pensando menos en las cosas que no existen más que en esos sueños agridulces y traidores que se sueñan despiertos.

Cuando estamos solos es fácil dejarnos llevar por la imaginación y las ensoñaciones, sin embargo, y por muy complicado que parezca (porque para mí en realidad lo es), una de las mejores cosas de estar solo en casa es poder liberar la mente de todas esas telarañas que no ayudan en nada, de todas esas cosas que de tanto imaginarlas, no nos dejan pensar. Hay una frase en una canción de Pastora que me encanta, que de tan clara al principio me parecía sólo un juego de palabras, sin embargo, ahora la entiendo mucho mejor: "y se van las ganas de olvidarte, de tanto recordarte ya no puedo despistarte y me vienen los lugares donde pasé encendida, apágame”. El punto es ese (sin necesidad de recurrir a The Secret, What the bleep do you know? o cualquier acontecimiento mercantil de dudoso nivel documental), mientras más pensamos en las cosas, más las atraemos: mientras más pienso que mi cabello se ve horrible tan corto, más tarda en crecer; mientras más pienso en olvidar a esa persona que llegó con los pies en la arena mojada, pero cuyas huellas no se borran, menos lo consigo; mientras más pienso en que no me gusta estar solo, más solo me siento.

Es fácil decir que hay que “reprogramarse” completamente, que cambiando los pensamientos negativos por otros afirmativos, la vida se soluciona y milagrosamente llegan las cosas que esperamos… pero la verdad es que las cosas no son tan simples. Está científicamente comprobado, según la física cuántica, que como seres materiales emitimos vibraciones, vibraciones que se encuentran en diversos niveles, grados en los que flotamos cual polvo soplado por la ley de la atracción, que si el medio vacío es lo mismo que el medio lleno, pero que al final el medio no existe… bla bla bla. Lo que me encantaría es que alguien me explicara realmente, que me vendieran “el secreto” para borrar cosas de la mente, para formatearla cual disco duro, y así, con mucho gusto, empezar feliz de nuevo, no de cero, empezar en diez, como en la escuela, y hacer lo posible por mantenerlo. Pero no, las cosas no son tan sencillas respecto a lo emocional, al menos no para mi que no soy ningún filósofo y tal vez no tengo ni idea de lo que estoy escribiendo (finalmente son las dos de la mañana y no he dormido desde antier… mi mente está como si acabara de fumar mota, cosa que no me caería nada mal, pero bueno… ese no es el punto).

Tal vez deba llamar a Michel Gondry y suplicarle que me convenza de que la historia que nos vendió en Eternal Sunshine of the spotless mind es cierta, que podemos decidir qué borrar de nuestras mentes a placer, que me convenza de que hoy puedo ir a dormir y mañana escuchar Lunes y que sus frases melancólicas como “si fuera posible eternizar todo lo que siento no habría ni un despertar con intriga en mi vida contigo… no habría eso que adoro, que es mi tesoro, despertarme y encandilarme cada mañana de ti” ya no me hicieran sentir nada (o al menos, no las identificara con alguien).

Es cierto, no he considerado el problemón ético-moral en el que me meto, pues es cierto que nuestra experiencia y pasado nos forman: que si no me hubiera cambiado el corte de pelo, no lo tendría en la cabeza; que si no hubiera conocido a ese jovencito tan “estúpidamente lindo”, no estaría en casa escuchando música romántica y seguramente estaría en una de esas citas divertidas estilo “hit and miss” (o “hit and run”, que tanto se me dan), con mucho alcohol, muchas risas, mucho sexo, y completamente vacías, como la que cancelé hoy para quedarme en casa a consentirme a mi y al único varón en el mundo que nunca me falla: Papo (mi perro). Sin embargo, honestamente hablando, ¿quién no tiene cosas en su vida que no quisiera borrar con la gomita de un lápiz? Qué buena pregunta, ¿no? Es una de esas que nunca nos respondemos claramente hasta que el transcurso de la vida nos hace olvidarlas. Honestamente yo sí he deseado profundamente sacar de mi cabeza la imagen de mi coche chocado, la de mi mal corte de pelo, la de mi perro que ladra los domingos a las 7 de la mañana porque quiere salir a caminar un poco y ver qué liga en el parque, la de ese flaco adorable que no me deja pensar en nada más… pero a la vez no quiero, porque aunque sean cosas que molesten, que causen escozor o que duelan, son parte de uno, son pendientes que hay que solucionar, unos más importantes que otros, pero al final, todos significativos en mi vida.

Entonces, querido lector (sic), te preguntarás ¿qué tanto se queja este cabrón si le gusta “masoquearse” con todas sus broncas? Y es una duda muy válida, pero lamento decepcionarte: no lo sé. Mi tesis de esta noche está inconclusa, mi debate del día está en un equilibrio tal que me enloquece, porque no sé si quiero olvidar todo y empezar de nuevo o seguir disfrutando cada momento de ensueño. Creo que es uno de los conflictos internos más viejos de la historia del hombre racional (jaja, racional….), pero prometo seguir discerniendo sobre el mismo, y si encuentro una respuesta políticamente correcta y lo más objetiva posible (siendo demasiado condescendiente sobre la objetividad aplicada a lo emotivo), te la hago saber, quién sabe… igual y escribo la nonagésima parte de The secret o algo por el estilo un día de estos (y seguramente diré una barbaridad de incongruencias, pero igual con buena mercadotecnia, me hago rico). En fin, hoy sólo queda abusar del Rivotril (MR) y dormir un poco, porque mañana prometí a Papo que iríamos a caminar al parque temprano, con suerte y al menos él liga algo decente…

P.D. La rola de hoy es vieja, de Dirty Vegas, con sus frases enormes y sus beats bailables, como diría Bitter, comienzo a cansarme de la cursileria:

"You, you / You are still a whisper on my lips/ A feeling at my fingertips / That's pulling at my skin / You leave me when I'm at my worst/ Feeling as if I've been cursed / Bitter cold within // Days go by and still I think of you / Days when I couldn't live my life without you / Days go by and still I think of you / Days when I couldn't live my life without you / Without you / Without you // You are still a whisper on my lips / A feeling at my fingertips / That's pulling at my skin // You leave me when I'm at my worst / Feeling as if I've been cursed / Bitter cold within // Days go by and still I think of you / Days when I couldn't live my life without you / Without you / Without you"