Nunca imaginas que lo que la gente dice sobre "crecer" fuera cierto. De pronto una mañana, mientras haces el ritual pre-oficina diario, te das cuenta de cuánto has cambiado sin siquiera darte cuenta de ello.
Escoge la corbata, plancha de nuevo el cuello de la camisa, la blanca ya no porque la ensució el perro cuando te dió los buenos días... pero la rayada lleva una corbata lisa! ¿qué loción va con tu humor hoy?, los zapatos necesitan cera urgentemente!, la barba de tres días ahora crece en sólo uno, el cabello!, ¿hacia atrás o desaliñado?, ¿qué irá mejor con el traje gris Oxford que pretendes utilizar esta mañana? Es increíble cómo tantas preguntas estúpidas pueden apoderarse de tu mente de las 7 a las 8 de la mañana, claro, pues de las 8 a las 8 y media el dueño de tu ser es el señor tráfico, que combinado con doña frustración hacen que llegues arrojando mentadas por doquier al trabajo. Te estacionas, te bajas, checas la corbata en el cristal del auto... A trabajar!
Teléfono, café, teléfono, Excel, cita de las diez, café, junta a las doce, el cigarro de la una treinta, comida con el jefe, mucho más teléfono al regreso, el cigarro de las cinco, el messenger no deja de reproducirse en muchas ventanitas como gremlins después de media noche... pero si ni siquiera le echaste agua! Un pequeño regaño a las seis treinta (OK, dejémoslo en discusión...), mucho más Excel antes de las siete, el día se acabó.
Un café en Starbucks de camino a casa, tal vez Coyoacán para escuchar a tu amiga que acaba de tronar con el novio, con suerte cita en el cine con el chico que conociste en Starbucks (o en ManHunt) la noche anterior... retoca la loción, recuerda las mentas, pide al "viene viene" que le de una manita de gato al coche (es negro, maldición!), trata de disfrutar la película, con suerte no habrá manoseos de por medio... a la salida un café más (es cuando entiendes porqué no puedes dormir a veces), te despides, te vas en tu auto recién lavado, sonrisa Colgate al despedirte, llegas a casa, botas la corbata, el saco y juegas con el perro, que también tuvo un estresante día mordiendo tus calcetines y comiéndose las plantas del jardin... una ducha, un cigarro, internet, un poco de música (que antes de darte cuenta, se convirtió de house a lounge...), es madrugada, a dormir.
Mañana al despertar te encuentras con una enorme sorpresa! Harás lo mismo que hiciste hoy. Con mucha suerte comienzas a pensar lo que te ha pasado en estos años de "crecimiento", ahora vives solo, ahora tienes auto, ahora puedes cojer con quien gustes en casa sin dar explicaciones ni inventarte primos (como si las familias no fueran ya demasiado grandes!). Pero ahora estás solo.
El trabajo en la oficina B es mejor pagado que el de la A, no necesitas estar demasiado dubitativo para saber qué es lo que más te conviene, si ganas más las vacaciones serán más largas y el coche será un cabrio en lugar de un sedán... El amor es una segunda o tercera prioridad, tienes más sexo del que se supone que debes tener (considerando que difícilmente tienes una pareja estable, pues es casi imposible tener el tiempo suficiente para dedicarle lo suficiente de tí).
De pronto te asomas hacia dentro de tus ventanas y simplemente no te encuentras; ves trabajo, ves ropa, ves coches, ves caras de gente con la que te has acostado recientemente, pero no te ves a tí. Te das cuenta de que metiste en un armario oscuro y empolvado tus ideas del arte, tus sueños de ser pintor, que cambiaste la travesía back-pack por Europa por un viaje redondo a los sitios turísticos en primera clase; descubres que de pronto te importa qué coche maneja la persona con la que sales, a qué se dedica, piensas que no eres materialista, pero... ¿de qué hablarían si no tienen ambiciones y presentes afines? Los futuros ahora no importan, eso tratas de decirte a tí mismo, al igual que te repites una y otra vez que ya no amas a la única persona que has amado realmente en la vida (sí, ese wey al que nunca besaste siquiera), no es algo útil, piensas: "el amor no correspondido es una pérdida de tiempo", pero lo haces porque te da miedo aceptar que probablemente ni tú sabes si aún lo amas o no, te repites que no para que, con suerte y tiempo suficiente, termines creyéndote tu propia mentira, tu placebo.
Esto no es lo que esperabas cuando pensabas en crecer, ¿es esto lo que vive tu papá todos los días? ¿Y tu jefe? ¿Llegará el momento en que todas esas rutinas que hoy te parecieron completamente ajenas a tí mismo terminen por absorberse dentro de tu esencia? o, peor aún ¿absorberán tu esencia? En lo que a mí respecta, tengo un poco más miedo de que esto sea crecer que de un Tsunami, me da miedo entender las razones de tantos divorcios y ese exagerado grado de individualidad que existe hoy en el mundo, me da miedo perderme en la absurda ambición de algo que ni siquiera sé si quiero.
Así que desde hoy voy a intentarlo (no prometeré, pues no sé si lo logre); desde hoy voy tomarme unos minutos al día para hacer lo que realmente me gusta, para escribir, para pasear con el perro, para agregar colores a ese óleo que tengo inconcluso desde la universidad, para dormir, para comer, para abrazar a mi familia hasta que dejen de pensar que lo hago porque quiero obtener algo a cambio... quiero darme tiempo de encontrar el amor verdadero, ese que sólo puedes sentir por tí mismo, ese que tarde o temprano alguien más alimentará sin hacerlo perder su esencia. Quiero saber esperar a ese "alguien" (tal vez en realidad el amor de mi vida sí sea quien yo imagino que es), quiero que el sexo sea algo más que una costumbre en mi rutina, quiero crecer de verdad, aún no sé cómo lograrlo, pero pronto lo haré. Voy a crecer.
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"Words are flowing out like endless rain into a paper cup / They slither while they pass, they slip away across the universe / Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my open mind / Possessing and caressing me // Jai guru de va om // Nothing's gonna change my world... / Images of broken light which dance before me like a million eyes / That call me on and on across the universe / Thoughts meander like a restless wind inside a letter box / They tumble blindly as they make their way across the universe // Jai guru de va om // Nothing's gonna change my world.../ Sounds of laughter shades of earth are ringing / Through my open views inciting and inviting me / Limitless undying love which shines around me / Like a million suns, it calls me on and on across the universe // Jai guru de va om // Nothing's gonna change my world / Nothing's gonna change my world / Nothing's gonna change my world / Nothing's gonna change my world // Jai guru de va om, Jai guru de va om..."